martes, 9 de marzo de 2010

Terremotos Estrambóticos


Y seguimos con los movimientos sicodélicos, pero ahora de gente, saqueos por todos lados, incluso por donde no tiene nada que ver, ya no son solo supermercados sino también tiendas de ropa, electrodomésticos y esas cosas en que nadie piensa luego de un terremoto, a menos que tenga el cerebro conectado con el culo. Maremotos  de flaites cubriendo y arrasando con el esfuerzo de aquellos que intentan levantarse después de la tragedia.
De a poco el país va cayendo en extrañas crisis, algunos culpan a la izquierda, otros a la derecha, algunos roban y otros lloran, mas todos sumidos en lo suyo se olvidan de la tranquilidad colectiva y a cada rato en la tele hablan de “devastador”, “tragedia”, “muertos”, “damnificados” y “desolador”, he escuchado nombrar un millón de veces localidades que en mi puta vida había oído nombrar…
Suena el teléfono, todo el mundo quiere saber de mi, como estoy, yo reparo en que solo llame a dos personas, me olvide de mis amigos, de mi familia, solo pensé en esas dos personas.
Las noticias siguen sonando en la radio del bus, derrumbes, pillaje, muertos, escombros, ya estoy cansada, cuanto extraño a mi mp3 en este viaje a casa, se me quedo en el trabajo por culpa de cerrar acelerada a causa de un corte de luz y miedo al saqueo, cuanto extraño que aquella persona me fuera a buscar hoy para escucharla y saber que esta bien y para echarle un par de xuxadas, esas que tengo guardadas desde el viernes, antes del temblor, terremoto o lo que sea, pero que luego los movimientos pélvicos de la tierra me hicieron olvidar para reemplazarlo todo con preocupación y deseos de que estuviera en su casa durmiendo y no ahogando las penas en alcohol.



2 de Marzo de 2010

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