Volada

Estos días he andado sumamente extraña, como ensimismada, casi ausente del mundo, de la realidad, en mi cabeza revuelan los recuerdos de día pasados como las palomas en la plaza de armas, pienso en los días en la playa, el relajo, la lluvia y el mar, la bañada en pelota en el mar helado, con hipotermia, pero feliz, renovada según yo, limpia de todo lo malo, de todas las tristezas (gran error) que se estaban apoderando de mi, recuerdo las risas disfrazando la nostalgia, el viaje de vuelta, escuchando a Arjona y sus putas canciones que siempre llegan, cinco mujeres de distintas edades, sufriendo todas por la misma razón, todas soñando con que el mar se llevará aquellos hondos lamentos, que el agua se tragará el amor que tanto daño nos hace, esos “Amores Prohibidos” de los cuales todas somos presas, victimas, somos torturadas a diario por tener que tomar decisiones que se escaparon de nuestras manos, decisiones que no fueron nuestras sino de quienes nos rodeaban o de las miserables circunstancias.
También recuerdo el paseo con mis alumnas, aquel día de cortos, pero exquisitos regaloneos con mi hermano perdido, sus arrumacos consoladores, sus consejos de dejarlo todo tirado y lanzarme a los brazos de ese amor que tanto extraño, luego el museo, explicando y enseñando ami enana regalona, hablando de historia y libertad, del respeto por los pueblos nativos, de la lucha del pueblo por recobrar la libertad que fue arrebatada por tanques y uniformes un, ya lejano, mas no olvidado, 11 de Septiembre, después el acto también en plaza de armas “Antiimperialista”, exquisito en muchos sentidos, más a cada rato veía alguien que me recordaba a él, pero las dulces palabras de mi enana regalona me alivian y me hacen pensar que por lo menos con ella no me equivoque.
Por su puesto, esta también el viaje fugaz ayer a Viña, en la carretera hablando de los amores prohibidos y perdidos, de los errores cometidos al no luchar contra viento y marea por ellos, sufriendo por ser idiotas y cobardes, de vuelta escuchando canciones que solo nos agrandaban la estúpida herida.
Pero bueno, todos estos sucesos me han dejado profundamente marcada, no sé si estos días mis sentidos o mi percepción están más atentos, no sé si después de mi rito de sirena venida amenos comencé a ver con mi alma y no con mis ojos, a pensar con el corazón y no la cabeza, ando extraña y lo extraño, es lo único que tengo extrañamente claro… eso y que quiero saber más acerca del Movimiento por la Asamblea del Pueblo.
¿Me estaré volviendo desquiciada y colorada?