jueves, 30 de septiembre de 2010

I


      -    ¿Cómo estás?  Te noto extraña hoy
      -      Me siento extraña hoy, más extraña de lo normal.
      -      Y ¿Por qué? ¿Ha sucedido algo nuevo?
      -      No, nada nuevo, la misma mierda de siempre, solo que hoy duele un poco más.
      -     ¿Te duele?
      -     Siempre me duele, es solo que ya me acostumbre a ese dolor, pero hoy es un dolor distinto.
      -    Nunca me habías dicho que era un dolor constante.
      -    Nunca me habías preguntado
      -    ¿Acaso tengo que preguntártelo todo?
      -    Podría ser, la verdad es que no sé qué es lo que realmente te importa de mí.
      -    Me importas tu, el conjunto completo que tu significas, ¿Acaso no lo has notado?
      -    No lo sé, nunca presto mucha atención.
      -    Estas extraña, como un poco cansada.
      -    Puede ser.
      -    Vas a escapar, ¿Cierto?
      -    Creo que sí, ya es hora Nno crees?
      -    Y ¿Cuándo te volveré a ver?
      -    No lo sé, cuando mi cuerpo te extrañe quizás.
      -    Y tu alma ¿Alguna vez me extrañará?
      -    Creo que en nuestra situación es mejor solo escuchar a nuestros cuerpos y acallar a nuestras almas.
      -     Mi alma a ratos me habla de ti…
      -    ¿Dónde quedaron mis cigarros?
      -    Me dice que ya estas tomando cierta importancia en mi vida…
      -    Acá están los cigarros, y ahora ¿Dónde está el maldito encendedor?
      -    Toma, acá esta.
      -    Gracias.
      -    Bueno, la cosa es que pienso mucho en ti, creo que para mí eres más que un cuerpo.
      -   Por favor no comiences con eso.
      -   Eres extraña, ¿lo sabías?
      -   Sí, siempre lo he sabido y por eso te pido que no comiences con esas cosas.
      -   Ya es inevitable…
      -    Creo que por eso duele tanto.
      -    ¿Te duele porque te está pasando lo mismo?
      -    Algo así. ¿Dónde está mi ropa?
      -    No te vayas.
      -    Me duele, no quiero seguir acá.
      -    Si quieres, es solo que tienes miedo.
      -    No me abraces, me tengo que ir.
      -    No tienes que hacerlo y lo sabes.
      -    Bueno, pero me quiero ir.
      -    No quieres irte.
      -    Por favor, deja que me vista.
      -    Dime que no me amas.
      -    No comiences con pendejerías, eres harto grandecito ya para esas cosas.
      -    Dime que no me amas.
      -    Quiero otro cigarro.
      -     No fumes tanto, te hace daño.
      -    Yo sé lo que hago y cuanto fumo, al final yo los pago.
      -    Quédate por favor, solo quédate esta noche y mañana decides.
      -    No tengo nada que decidir.
      -    Dime que no amas.
      -    Ya me voy.
      -    Déjame un cigarro por favor.
      -   Tú no fumas ¿Para qué quieres un cigarro?
      -    Para recordarte con algo.
      -   ¿Para recordarme?
      -   Sé que cuando cruces la puerta no volverás.
      -    ¿Por qué dices eso?
      -    Porque hoy tu cuerpo me dijo que me amabas…
      -    Me tengo que ir…
      -   Y tú siempre escapas del amor.
      -   Te llamo cuando mi cuerpo te necesite.
      -    Solo estaré cuando tu alma me necesite.
      -    Cuídate, adiós.
      -   Prefiero un hasta pronto…
      -    Recuerda que soy extraña, así que no sé si esto es un “adiós” o un “hasta pronto”…
      -   Simplemente no te vayas y quédate a mi lado…
      -   No puedo…



Etiquetas:

1 comentarios:

Blogger Carina ha dicho...

hermoso....
me recuerda a Violetta y a
él....

8 de octubre de 2011, 15:09  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio