viernes, 30 de septiembre de 2011

Metro


Pienso en todas las cosas que quiero decir en este momento, en las historias que quiero contar, e las ideas que quiero explicar, pero sobre todo pienso en las emociones y sensaciones que me gustaría gritar.
Mi cabeza no deja de dar vueltas, todo avanza de forma veloz a mi alrededor, todo corre, solo yo parezco inmóvil, disfrutando de esta extraña paz que ahora me envuelve.
Me miro en el reflejo de la venta del metro "Hoy no quiero usar lentes" pienso, pero sigo con ellos puestos, en el fondo me gustan, sé que el resto me debe ver como algo tan común, pero yo me siento especial con ellos, decido no quitármelos.
Miro a la gente en el metro, son tantos los secretos que esconden, millones de gritos que guardan en sus gargantas ya heridas de tanto callar.
"El metro estará detenido por más tiempo de lo normal" ¿Me bajo y cambio de anden? Decide. Decide. Este es solo un paseo. "Tu destino esta hacia el otro lado" pienso. Decide. Decide. ¿Me cambio o no me cambio? Me gusta el metro en movimiento, no detenido. Me quedo.
El metro avanza, mi cabeza gira pensando en millones de cosas, la música suena en mis oídos. Emociones. Sensaciones. Reacciones que tiene mi piel.
Cambio de anden, la gente me mira raro, ando lento y mirando todo con grandes ojos de niña como si fuera la primera vez que lo viera, cierro los ojos y respiro, de lejos se nota que no llevo rumbo, pensaran que soy del sur, o más bien del norte, si, creo que del norte es más acertado, mi pinta es más nortina, o "altiplánica" como suele decir mi dulce madre para hincharme las pelotas, ella cree que me molesta, pero creo que la música del norte es mejor, creo que también por eso escucho tanto a la Banda Conmoción y todas esas cosas tatas como dicen varios de mis amigos.
Extrañas sensaciones me han venido  de esta mezcla, mi imaginación, o mi esquizofrenia, como se le quiera llamar, se desata formando strippers de humo dentro de los túneles.
El metro comienza a llenarse, mi cabeza no deja de pensar, imágenes por montones,  sobredosis de recuerdos y visiones extrañas de lo que me gustaría fuera un futuro no muy lejano.
Hace mucho que no hacía esto de pasear en metro solo por que sí, solo por que se me antojo de un de repente, o por que las piernas no me responden para bajar. Mis piernas necesitan bailar. Miro a la gente a mi alrededor, todos con caras cansadas, aburridos, el viaje les resulta tedioso, creo que soy la única que esta disfrutando como idiota, hasta quizás de una manera enfermiza, quizás son los lentes los que me hacen ver todo de forma distinta, y sonrió mientras muevo una pierna y apoyo el cuadernillo sobre la otra.
Con cada estación que paso, el vieja se torna más hermoso, más gente, más rostros que escudriñar intentando adivinar los secretos que esconden, en este momento creo que hasta podría vivir en el metro, como la canción esa del metro, Cafe Tacuba creo que la canta.
La gente continua mirándome de forma extraña, ha de ser por que sonrió y muevo la pierna al ritmo de algún extraño son que suena fuerte en mis enormes audífonos blancos.
Cambio de anden otra vez. Este ha sido un gran viaje. En el metro debería haber baño, si, necesito un baño, creo que ya es hora de irme, también quiero fumar, en el metro también se debería poder fumar, llevo más de una hora paseando en el metro, ya es hora de ir al baño y fumar. o bien fumar, ir al baño y volver a fumar

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