Hombre Gato

En estos momentos escucho "Ojos del Amanecer" de Libra, mi memoria comienza a evocar mil recuerdos, mil sensaciones y emociones de antaño, de música, de sonrisas y de amor.
Y me cuesta creer que a pesar de todo el tiempo que ha pasado te siga recordando como algo sagrado, como al hombre que me enseño la libertad, como el único ser que jamás me hizo sentir invadida, mantienes un lugar privilegiado en mi corazón, sin importar quien ocupe mi lecho, siempre dedico algún momento de mis días a venerarte, quizás a idealizarte, a recordar tus palabras, tus actos, la forma en que me amabas, o por lo menos decías amarme.
A veces siento que solo quiero salir corriendo a tus brazos, golpear con fuerza el portón negro, rogarte que me vuelvas a recibir en tu extraño paraíso y me cobijes por un par de horas lejos del mundo, a veces pienso tantas cosas con respecto a ti, pero siempre llego a la misma conclusión: es mejor desearte de lejos, mirarte por el rabillo del ojo, dejar que tus recuerdos se apoderen de mis manos cuando mi cuerpo te llama a gritos, mantener este extraño sentimiento en silencio, guardarlo como algo sacro, como tu imagen de Hombre Gato, como algo único e inalcanzable por lo menos por ahora.
"Ojos del Amanecer" sigue sonando con fuerza y tendida en mi cama sonrío, recuerdo tus locuras y con la música te envío un beso a la distancia, pidiendo al universo que lo sientas por lo menos como una brisa que roza tus labios.
Cierro los ojos y te veo mi Hombre Gato, entre los acordes fumas sonriendo y con un leve susurro en tu oído bueno me despido diciéndote: "Hasta pronto mi Hombre Gato"