jueves, 29 de septiembre de 2011

Poseída



Soñando con rostros inexistentes,
Con fantasmas que acarician mi cuerpo en llamas,
Rogando por un amante infinito,
Por alguien que alimente el cuerpo y el alma.
¿Qué es lo que me lleva a sentir esto?
¿A desear de esta manera a alguien?
¿Qué es lo que me lleva a imaginarme
Entre los brazos de un ser sin rostro?
Es a un extraño a quien siento mío,
A quien ruego entibie mi lecho
Con caricias y gemidos cada noche,
Un extraño con quien olvido que no debo.
Entregando el alma al diablo,
Me lanzo como niña ciega al abismo,
No me detengo a pensar en el riesgo,
Solo sigo mis lascivos impulsos.
Poseída por demonios me lanzo,
Me refugio en la locura para justificar mis actos,
Me entrego a un rostro invisible
Y me quemo en el placentero fuego del infierno.
Y en mis exquisitas pesadillas
Me entrego a un ser sin rostro,
A un amante infinito e inexistente,
Me entrego a une extraño que siempre será mío.

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