lunes, 6 de septiembre de 2010

Destellos


En la lejanía puedo ver los suaves destellos que entran por la grietas de mi jaula infinita, danzan en el aire como amantes lujuriosos, llenos de amor y deseo. Los observo mientras las lagrimas se deslizan con gracia sobre mi rostro ya maltrecho por el pasar de una vida que he olvidado, de un pasado que no estoy segura haya existido alguna vez; siento la humedad sobre mis manos, me recuerdan a la lluvia que mojaba mi cuerpo, los charcos en que me gustaba saltar camino a la escuela.
Intento buscar una salida, un camino de regreso a lo que alguna vez fui o creo haber sido, juro que lo hice, pero nada dio resultado, me encontraba atada a ese dolor sofocante, a esa miseria insana y obscena, atrapada en un infierno forjado por mis propias manos; grito y ruego por libertad, por sentir nuevamente el viento mecer mis cabellos.
El tic tac de un reloj marca la cuenta regresiva de mi vida, el oxigeno comienza a faltar y siento que voy a estallar, que mi ser caerá en mil pedazos a este suelo podrido, lodoso con sangre y restos de corazones anteriores. Poco a poco me hundo y la tristeza parada en tierra firme, me mira y se burla, se sonríe vulgarmente al verme caer.
Armoniosas risas estremecen mis sentidos, recuerdos que danzan y me acarician, que besan suavemente mis heridas, recuerdos que existen quizá solo en mi mente, nada es seguro en este estado, no sé siquiera si yo existo o soy una ilusión creada por la mente de otro.
Millones de sombras escondidas en el infinito, esperando verme en el piso, tirada y sin vida para tomar mi cuerpo y hacerlo suyo; una lagrima cae por mi rostro y el eco que produce al estrellarse contra el suelo es suave melodía para mi alma en llamas, mi alma consumida por este infierno que es solo mío.
Los suaves destellos siguen danzando sin parar, lentamente se hacen más lejanos, débiles, mis ojos comienzan a cerrarse, los suaves sonidos armoniosos ahora solo son susurros delirantes rebotando dentro de mi cabeza enferma... la verdad es que no sé si son ellos los que mueren o yo que me doy por vencida...
Lentamente los destellos desaparecen y mis ojos se cierran... lentamente me convierto en destello...

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio