martes, 2 de noviembre de 2010

Suite de Bach





Escuchando la Suite de Bach para Chelo, me di cuenta de cuanto extraño su música, puede sonar un poco fuera de lugar, pero es la verdad, tal vez todo esto sea producto del echo de q me obligo a oírla, no lo sé, pero he llegado a pensar q la necesitaba.

Con cada nota voy sintiendo la delicadeza de sus dedos sobre el arco, aquellos movimientos llenos de gracia, llenos de una pasión indescriptible por la música, la misma pasión q vi un par de vidas atrás, cuando de manera tímida tocaba en un gran teatro, antes era piano, ahora es viola, pero siempre es el mismo sentimiento provocado por sus notas, por la manera en q se entrega a la música sin condición alguna, como aquel amor q me ofreció también hace algunas vidas.
Podría oírla todo el día, como una especie de pasión enfermiza, de amor obsesivo por cada movimiento de su mano delicada, por cada gesto de placer al sentir la notas perfectas brotar de ella, al sentir q con su música sagrada me toca y llega a lo más profundo de mi ser, llega donde nadie más lo ha logrado pues es solo su melodía la q provoca tal sentimiento hermoso dentro de este corazón ya viciado por la humanidad.
Escucho mientras bebo un jugo de naranjas, recuerdo muchas cosas q ya creía olvidadas en mi memoria inmortal, pero ella ha logrado q todo vuelva nuevamente hasta mi, hasta mi mente, mi corazón, cada emoción vivida como el primer momento, sufrida y amada como en el momento en q nacieron y tomaron vida dentro de mi.
La recuerdo, ella en su amado piano, tocando con gracia, con la dedicación q una madre acaricia a su hijo, q un amante besa a su amada, con la dedicación con la q ella me miraba cuando en mis manos yacía mi violín, la dedicación q poníamos ambas al tocar la una para la otra...
Son tantas las emociones  q giran dentro de mi al recordar todo esto, al escuchar esta dulce melodía q la trae nuevamente a mis brazos, aunque sea solo en mi imaginación, aunque sea solo una ilusión de mi alma melancólica por su amor, por aquel tiempo donde nada más importaba, solo verla tocar en el gran teatro...
Recuerdos extraños, logran q los vuelva a amar con la misma pasión del primer día en q los viví, solo al escuchar estas notas la nostalgia se apodera de mi y me braza con dulzura, me besa suavemente los cabellos y de manera sutil me hace caer en su cara más bella: la inconciencia...
Ah!!... Tiempos aquellos, tiempos de música, de arte, de amor, tiempos en q nada más importaba, solo ella y yo...
Ah!!!... Tiempos de Bach con su Suite para Chelo...

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio